El invento que promociono hoy es una vela que les sorprenderá. No ilumina ambientes de manera sensual ni salva en los cortes de luz. Su particularidad es que rememora instantes. Al prenderla, la llama se enciende y luego de unos segundos aparecen no sólo las imágenes, sino las sensaciones de los momentos más felices de nuestra vida. Tal como lo oyeron, no es broma. No me digan que nunca pensaron “me gustaría que este instante durara para siempre”. Bueno, eso es posible y a la vez no. Con esta vela, nos logramos acercar un poco al concepto, aunque no demasiado, ya que sería caer en un cliché que no comparto, que todo tiempo pasado fue mejor.
La vela no sólo proyecta en su llama imágenes concretas de esos momentos, sino que tiene un efecto innovador por el cual volvemos a percibir las sensaciones físicas del instante recordado. También se restablecen, por sólo unos minutos, las condiciones climáticas del acontecimiento, aunque no nuestra apariencia física.
Atención: no es un chiche que podamos sintonizar cual Netflix. Es imposible elegir a qué momentos volver. La vela sólo nos muestra lo que, en la profundidad de nuestro ser, estemos necesitando recordar y rememorar. De no estar precisando volver al pasado, al prenderla, actúa como una vela común y corriente.
¿Cuántas veces olvidamos instantes de nuestra vida que fueron plenos? ¿En cuántas oportunidades salteamos recuerdos que nos permitirían ver la realidad desde otra perspectiva? La vela viene a ayudarnos en ese sentido. No los retrotraerá a eventos grandilocuentes que, en apariencia, fueron felices, sino que los resintonizará con pasajes de su existencia en los que realmente ustedes se sintieron bien. Gracias a su mecanismo de mesura, impide que los usuarios abusen de ella y se vuelvan adictos a rememorar sensaciones del pasado. La llama recordativa solo se activa si para la persona es vital reconectarse con lo ya vivido.
Viene en múltiples colores y tamaños, imposibles de elegir. Es la vela quien escoge a sus consultantes. Siempre.

About the author Soledad Arienza
Me fascinan las cúpulas de Buenos Aires y el hall del Teatro San Martín. Siento predilección por algunas estaciones de la línea A. Me gusta el verano. Amo la papelería, en general, y los cuadernos y libretas, en particular.
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31 julio, 2024
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