Un viernes de febrero, dos días antes de su cumpleaños, en una ciudad chiquitísima del norte de Italia, termina Los galgos, los galgos de Sara Gallardo. Un sábado de agosto, un año y medio después, encuentro las notas que ella escribió acerca del texto. Son impresiones de una lectura fresca, recién terminada, por lo que no tienen rigor académico ni pretenden bajar una línea interpretativa. Son volcaduras pensadas ahí nomás de subirse un avión para regresar a Buenos Aires y sentir que parte del texto de Gallardo se quedaba allá, en la ciudad chiquitísima. Si escarbamos en la díada lecturas-ciudades, en esto estoy de acuerdo con ella: una ciudad se traga no solo trozos besos en portones, tacos rotos en la escalera del subte, separaciones en bares notables, melancolías de museo, muestras de inferencia a la salida del supermercado, esquinas de anonimato… en las superficies de la ciudad también quedan impresos los restos de todas las lecturas que hicimos en ella. Dejo que hablen sus notas, lo que pudo traerse de su experiencia con la ficción Gallardo.
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Nuevo taller de lectura: «Dos países, cuatro autoras»
El objetivo de este taller es sumergirnos durante un mes en el género de la narrativa breve. Leeremos cuatro cuentos de autoras contemporáneas: dos nigerianas, dos argentinas. Ellas son: Chika Unigwe, Chimamanda Ngozi Adichie, Betina González y Florencia Monfort.
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