Esto lo dijo ella:
Creo que el color que más me representa es el color uña. Un tenue rosado que va en degradé y no se define. Medio esmerilado, con un centro hueco al que va a parar la “basura de mi mente”. Tiene grietas minúsculas, impactos de los lanzamientos sistemáticos que se producen cada tres noches y media. A estas notas, se les suma un reborde blanquecino con milimétricas rayas transparentes. Esas canaletas hechas con punzón artesanal permiten optimizar la comunicación entre lágrimas y piel.
Esto lo dijo él:
Lo que llevo en esta cartera es inexistente. Dejó de hacerse presente el día que decidí que nadie más iba a retenerme. Ahora sólo queda oxígeno, un oxígeno putrefacto y dulce que pesa lo que trescientos gramos de arena.
About the author Soledad Arienza
Me fascinan las cúpulas de Buenos Aires y el hall del Teatro San Martín. Siento predilección por algunas estaciones de la línea A. Me gusta el verano. Amo la papelería, en general, y los cuadernos y libretas, en particular.
Captar la ausencia: una hipótesis
EP12: El encuentro
EP11: La literatura y el agua